Tener la piel irritada, la garganta seca, alergia al polvo e incluso dormir mal pueden ser síntomas de que el aire de tu casa es muy seco. El aire seco puede provocar problemas persistentes, ya sea por falta de aislamiento, por un sistema de calefacción antiguo o porque entra aire frío en invierno. Los humidificadores ayudan a mitigar o solucionar estos problemas al añadir humedad al aire. En esta guía, te explicamos exactamente cómo funciona un humidificador.
Cómo funciona un humidificador: guía paso a paso
Los humidificadores generan humedad y la proyectan en el aire seco de las zonas interiores al liberar una fina niebla de vapor de agua. De esta forma, se mantiene un nivel de humedad saludable (normalmente entre un 30 y un 50 %), lo que alivia la piel seca y los problemas respiratorios. Además, ayuda a conservar los muebles de madera y los instrumentos musicales.
Aunque los humidificadores no tienen un mecanismo muy complejo, te explicamos brevemente cómo funcionan.
Paso 1: Se añade agua al depósito

En primer lugar, hay que rellenar el depósito del humidificador con agua del grifo limpia o con agua destilada. Esta agua es la fuente de la humedad que va a generar el dispositivo.
Paso 2: El humidificador convierte el agua en vapor

Una vez que el humidificador está encendido, este extrae agua del depósito y utiliza el método concreto de ese modelo para convertirla en humedad y vapor que lanza al aire.
- Los humidificadores ultrasónicos vibran a una frecuencia alta para producir vapor frío.
- Los humidificadores evaporativos utilizan un ventilador para extraer el aire a través de una varilla húmeda.
- Los modelos de vapor caliente hierven el agua para crear dicho vapor.
Paso 3: La humedad se libera al aire

El dispositivo dispersa el valor por la sala y aumenta así el nivel de humedad. La cantidad de vapor liberado se puede ajustar según el nivel de comodidad que busques o del tamaño de la sala.
Paso 4: El humidistato controla el nivel de humedad del aire (si el humidificador lo incluye)

Algunos humidificadores cuentan con un humidistato, es decir, un sensor que hace un seguimiento de la humedad de la sala. Esta función activa o desactiva el humidificador de manera automática para mantener el ambiente en un rango saludable (lo ideal es entre un 30 y un 50 % de humedad).
Tipos de humidificadores y cómo funcionan
Humidificadores evaporativos
Estos humidificadores extraen el aire a través de una varilla húmeda haciendo uso de un ventilador integrado. Conforme el aire seco pasa por el filtro de la varilla, absorbe la humedad y después circula por la sala.
Una de las principales ventajas de este diseño es que se regula de manera automática, es decir, el proceso de evaporación se ralentiza conforme aumenta el nivel de humedad, lo cual evita que haya exceso. Estos modelos también son relativamente eficientes en cuanto al consumo.
Sin embargo, el ventilador puede producir bastante ruido y los filtros de la varilla se deben sustituir cada cierto tiempo para evitar la acumulación de moho y bacterias.
Este tipo de humidificadores son adecuados para salas medianas y grandes, sobre todo en lugares donde se necesita un nivel de humedad constante.
Humidificadores ultrasónicos
Utilizan una placa de metal que vibra a una frecuencia alta para crear gotas de agua diminutas que libera en el aire en forma de una niebla fresca y fina. Además, son unos de los humidificadores más silenciosos del mercado, así que son ideales para el dormitorio y el cuarto del bebé.
Por otro lado, consumen muy poca electricidad y no hay que cambiar los filtros. En cuanto a lo negativo, pueden liberar minerales al aire provenientes del agua del grifo y pueden acumularse en forma de polvo blanco fino en las superficies cercanas. Utilizar agua destilada o desmineralizada reduce el riesgo de que haya estas acumulaciones.
Asimismo, estos humidificadores son ideales para espacios pequeños y medianos donde sea fundamental tener un nivel de ruido bajo y donde el mantenimiento deba ser mínimo.
Humidificadores de vapor caliente
Estos humidificadores también se conocen como vaporizadores, que hierven el agua para producir vapor. Después, el vapor se enfría ligeramente antes de liberarse al aire de la sala.
Este sistema tiene la ventaja de eliminar casi todas las bacterias y el moho del agua, por lo que es una buena opción para quienes tengan problemas respiratorios e incluso en la temporada de fiebres y resfriados. Además, el vapor puede suavizar la sequedad del aire en invierno.
Sin embargo, estos modelos consumen más electricidad por su sistema de calentamiento y pueden quemar si se tocan. Por eso, hay que tener cuidado si hay niños o mascotas cerca.
Son ideales para el invierno y personas que necesitan un aire purificado y cálido en espacios más pequeños.
Humidificadores impulsores
Los humidificadores impulsores generan un vapor fresco mediante un disco rotatorio que lanza agua a un difusor. Después, el difusor divide el agua en finas gotas y las dispersa al aire.
Estos modelos generan vapor fresco sin ningún tipo de calentamiento, por eso son una opción más segura para la habitación de los niños. En cuanto a lo negativo, pueden ser más ruidosos que los modelos ultrasónicos y menos precisos en la cantidad de humedad que liberan, lo que aumenta el riesgo de generar un exceso de humedad en la sala.
Además, es fundamental limpiarlos de manera habitual para evitar la generación de microbios. Estos humidificadores son ideales para salas pequeñas o medianas donde la seguridad es importante.
Humidificadores centrales
Estos humidificadores se montan directamente en un sistema HVAC (Calefacción, Ventilación y Aire acondicionado por sus siglas en inglés) para el hogar y están diseñados para añadir humedad al aire que circula por toda la casa. Estos sistemas son la opción más eficaz para mantener una humedad equilibrada y constante en todas las salas o habitaciones, de ahí que sean ideales para hogares amplios con un sistema de ventilación y calefacción de aire forzado.
Aunque abarcan toda la casa a la perfección y apenas requieren de una intervención diaria, son más caros y los debe instalar un profesional. Además, el mantenimiento tiene que ser frecuente para que funcionen correctamente y de forma segura.
Humidistato: Cómo se mide y controla la humedad
Un humidistato es un dispositivo con sensores que mide la humedad relativa del aire. Muchos humidificadores modernos incluyen un humidistato, que les permite ajustar automáticamente la producción de vapor según el nivel de humedad de la sala. Algunos modelos también muestran la humedad en tiempo real en una pantalla digital para ofrecer al usuario un control total sobre el ambiente de la sala.
Mantener el nivel de humedad adecuado es fundamental tanto por salud como por comodidad. El rango ideal de humedad en interiores suele estar entre el 30 y el 50 %. Si se mantiene en este rango, se evita:
- Problemas relacionados con el aire seco como picores en la piel, garganta áspera, electricidad estática y grietas en los muebles o el suelo de madera.
- Problemas por exceso de humedad como aparición de moho y residuos, proliferación de ácaros de polvo y condensación en ventanas y paredes, lo que puede provocar daños estructurales con el paso del tiempo.
Un humidificador que integre un humidistato preciso reduce la necesidad de adivinar si la sala está muy seca o muy húmeda, lo cual evita llegar a ambos extremos.
Mantenimiento y seguridad
Es clave hacer un mantenimiento habitual para garantizar que el humidificador funcione como debe y no se convierta en una fuente que contamine el aire. Los humidificadores que no se mantienen de manera correcta pueden acumular moho, bacterias y minerales, que se liberarían al aire y provocarían problemas respiratorios.
Estos son los pasos para mantener un humidificador limpio y seguro:
- Limpia el depósito de agua y los componentes internos de forma habitual (lo ideal sería cada pocos días) y utiliza un desinfectante suave o una solución a base de vinagre.
- Usa agua destilada o desmineralizada, sobre todo en modelos ultrasónicos e impulsores, para reducir la acumulación de minerales y polvo blanco.
- Sustituye los filtros como aconseja el fabricante. Lo normal es hacerlo en un rango de 1 y 3 meses, según el uso y la calidad del agua.
- Mantén seca la zona cercana al humidificador para evitar el exceso de condensación en las superficies e impedir la aparición de microbios.
- Evita usar el humidificador constantemente. Deja que el humidistato controle el uso o desactiva el humidificador en cuanto la sala alcance el nivel de humedad óptimo.
En qué deberías fijarte al comprar un humidificador
A la hora de elegir un humidificador, las características que mejoran el rendimiento, la seguridad y la comodidad marcan la diferencia. Valora lo siguiente:
- Humidistato integrado: Mantiene de forma automática el nivel de humedad deseado sin ajustes manuales.
- Producción de vapor ajustable: Ayuda a alcanzar un nivel de humedad adecuado al tamaño de la sala y al nivel de comodidad del usuario.
- Apagado automático: Desactiva el humidificador cuando el depósito se agota para evitar el sobrecalentamiento y el daño de la unidad.
- Diseño que facilite la limpieza: Los depósitos que tienen una apertura amplia y partes extraíbles permiten que la limpieza sea más eficaz y menos pesada.
- Recipiente o bandeja para aceites esenciales: Si la aromaterapia es importante para ti, te sugiero buscar un modelo diseñado para disipar aceites esenciales sin dañar los componentes internos.
Otras funciones, como el modo nocturno (con luces atenuantes o modo silencioso), temporizadores o la integración con hogares inteligentes (para el control por voz o aplicación), pueden merecer la pena según tus necesidades y presupuesto.
